LLAMADA
Se me atoro en la tráquea
algo vital, algo importante,
un mueble, las paredes, una idea.
Cabemos en un pensamiento
de la acción improbable,
de un eco en un sonido vacío.
Ella no contesta el reloj, su ropa,
el vino, lo significante.
Poco interesa lo que crea.
Se escondió en silencios,
entre palabras sin nombre,
brea que escurre recuerdos.
La simpleza de la lluvia,
asusta a un cobarde.
¡Y yo soy la raíz que siente la hoja!
*
No responde la tarde a la poesía,
hay serendipia, no hay mente
que quepa en una amada perdida.
Lo dice un teléfono,
atravesado, inamovible,
rosales, cara y una mano.
Ella no contesta las estrellas,
No habita lo que dice,
No incendia las palabras.
¡No más!
Mejor no ser más perchero,
que espera desangrante,
lo que se orina del ego.
Hoy casi toda la tarde fue anaranjada,
fue Yuanfen.
¡No importa!, solo díganle.
Hoy
todo el día sonó una puta flor ocupada.